Desde Farmacia Novosur hoy queremos hablaros de los efectos secundarios de algunos fármacos de uso frecuente y la conducción.
La mayoría de nosotros hemos padecido alguna gripe vírica, refriado, alergias, u otras de las enfermedades más comunes en todo el mundo. Nos encontramos mal, acudimos al médico y nos receta una medicación concreta para aliviar la enfermedad, teniendo en cuenta nuestras características y sintomatología. A continuación, acudimos a nuestra farmacia de confianza, compramos la medicación y nos la tomamos, haciendo vida normal en los últimos días de tratamiento, o incluso desde el inicio.
Pero, ¿cuántas veces te has parado a pensar que quizá bajo el efecto de ese fármaco no puedes hacer muchas de las cosas que haces cotidianamente?
Muy pocas. No debemos olvidar que la medicación tiene un triple efecto; el beneficio que aporta para sanar la enfermedad en cuestión, los efectos secundarios y los efectos adversos si se mezclan con otros medicamentos o sustancias.
De forma más concreta, podemos decir que algunos medicamentos afectan directamente a la destreza que necesitamos para realizar determinadas tareas catalogadas de riesgo, como es el caso de la conducción. Algunos de los efectos secundarios que afectan a la conducción, mermando nuestra habilidad y reflejos, son:
- Pérdida de la coordinación.
- Sensación de mareo o vértigo.
- Visión borrosa.
- Dificultad para la concentración.
No obstante, en muchas otras ocasiones, los fármacos pueden agudizar la capacidad de conducción siempre y cuando se medique para ello, ayudarán a controlar los síntomas mencionados anteriormente.
¿Qué medicamentos son los que más afectan a la conducción?
En general, todos los fármacos pueden afectar a nuestras habilidades psicomotrices en un porcentaje reducido, o mayor, dependiendo del paciente. Sin embargo, podemos destacar aquellos que afectan al sistema nervioso central, como los utilizados para tratar la depresión, psicosis, epilepsias, migrañas o dolores, o los tratamientos para la alergia, gripe, problemas oculares o relajantes musculares.
La realidad es que la lista es más larga, y abarca muchos más productos o sustancias de uso cotidiano, de lo que pensamos. En algún momento de nuestra vida hemos tomado alguno de los tratamientos mencionados anteriormente y seguramente, en pocas ocasiones hemos pensado en que quizá, bajo sus efectos, no debemos o no podemos conducir. Hacemos hincapié en la importancia de leer el prospecto o preguntar al farmacéutico o farmaceútica sobre las consecuencias directas, y no tan directas, del consumo del fármaco en cuestión.
Si no te habías parado a pensar en ello, este blog es una señal para que, de ahora en adelante, te cuestiones que acciones puedes o no puedes hacer cuando estas sometido a algún tratamiento farmacológico recetado por un profesional médico.
Se ponen muchas vidas en juego cada vez que cogemos el volante, reduzcamos los riesgos, salvemos vidas, la nuestra y la de los demás. Es lo más importante que tenemos.
Ante cualquier duda que necesites sobre este u otro tema, no dudes en contactarnos. ¡Estaremos encantados de ayudarte! Consúltanos en el Tel.
¡Salva tu vida!